En febrero vence el congelamiento del impuesto a los combustibles vigente desde mediados de 2021. En un contexto en el que el Gobierno busca reducir abruptamente el déficit fiscal, el cálculo para establecer cuánto será el aumento del litro de nafta y gasoil dependerá del análisis del impacto en la inflación y del interés de la recaudación.
“Si se actualiza el impuesto nacional a los combustibles, los precios podrían subir un 25%“, advirtió este lunes en su cuenta de X el presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), Nadin Argarañaz. De esta manera, el valor del litro de combustible podría superar la barrera de los $1000 en las estaciones de servicio.
Asimismo, el especialista remarcó que, de aplicarse ese aumento, “la carga tributaria indirecta total pasaría del 24% del precio final en la actualidad al 39%“.
“El valor real del del tributo cayó un 85% entre diciembre de 2018 y diciembre de 2023“, apuntó, al tiempo que subrayó que “la recaudación mensual cayó un 77%”. En ese sentido, aclaró que el gobierno de Javier Milei “podría juntar recursos extras por 0,37% del PBI y Provincias por 0,15%”.
El salto en los surtidores fue postergado en noviembre de 2023 por el ex ministro de Economía, Sergio Massa, como una forma de evitar el impacto negativo en los salarios bastardeados por los últimos aumentos provocados por la devaluación.
En tanto, el incremento en el impuesto al combustible líquido y al dióxido de carbono que tiene en mente el gobierno de Javier Mileis impactará de manera directa en los precios de los surtidores, tras el aumento del 27% aplicado en enero.
En el último mes, el precio del litro trepó más de un 100%. Esto generó un dolor de cabeza para las familias que se disponían a salir a la ruta para disfrutar de las vacaciones.