En medio de la emergencia hídrica que atraviesa Uruguay por la falta de agua, uno de los Directores de la Administración Nacional de las Obras Sanitarias del Estado (OSE – Agua potable y saneamiento de Uruguay), Edgardo Ortuño, advirtió que el panorama desolador pudo haberse evitado si se llevaban adelante las obras de infraestructura. Al país le queda solo “un millón de métros cúbicos (m3) de agua potable”, según destacó.
El panorama es complejo: a Uruguay le queda apenas un 1% de agua potable apta para beber. El país vecino está a solo 1.255.326 metros cúbicos de quedarse sin agua para consumo, a medida que se agotan las reservas de Paso Severino, la principal fuente de agua dulce para la zona más poblada.
Ortuño explicó que esta situación se debe a “una baja histórica en las reservas de agua de Paso Severino”. “La sequía que ha golpeado al Uruguay es de la más grandes de los últimos 40 años”, aseguró en diálogo con AM750, y apuntó a una serie de “políticas equivocadas” y falta de obras que debió impulsar el Gobierno de Luis Lacalle Pou.
Además, el director de la OSE alertó que es “inminente” el agotamiento de las reservas de agua dulce y que desde mayo el líquido es considerado “no potable” por los niveles de cloruro y sodio elevados.
No obstante, el titular de OSE apuntó al gobierno de Lacalle Pou por haber llevado políticas de desfinanciamiento del Estado que facilitaron que la sequía por efecto de la falta de lluvias que debería paliarse en el próximo semestre produjera una bajante extrema.
“A pesar del clima, esto es consecuencia de políticas equivocadas que se han aplicado para reducir nuestro Estado y las capacidades de nuestra empresa pública OSE, que ha tenido un recorte de 200 millones de dólares de inversiones y se interrumpio el proyecto dejado por Tabaré Vázquez a Lacalle Pou, que era construir una represa en el Arroyo Casupá, justamente previendo esta situación”, indicó.
“Lo grave es que en octubre del año pasado el gobierno decretó la emergencia agropecuaria por la sequía, es decir que para el campo sí se adoptaron medidas por la sequía y hasta mayo nada se hizo por esta situación“, denunció.
“Queda agua para 10 días, en estas condiciones, quizas un poco menos, luego de los cuales tendremos agua que no será bebible, y esto esta teniendo una consecuencia social muy grave que es que la gente tiene que recurrir a almacenes y supermercados a comprar agua embotellada”, concluyó.