Dos hombres quedaron imputados como coautores del femicidio de Zoe Pérez, la adolescente de 17 años asesinada el martes último en la localidad puntana de La Toma, y la fiscal de la causa cree que la víctima murió por asfixia, confirmó que tenía heridas en el cuerpo y afirmó que no presentaba lesiones compatibles con abuso sexual.
Este jueves se llevó a cabo la audiencia de formulación de cargos para los detenidos Ricardo Adrián Rodríguez (31), alias “El Gringo”; y Joel Oses (24), a quienes la fiscal María del Valle Durán acusó de “homicidio calificado”.
En el caso de Rodríguez, la fiscal consideró que existieron dos agravantes, “el vínculo y el género”, mientras que a Oses le atribuyó solo el segundo.
Es que Del Valle Durán sospecha que Zoe mantenía una “relación sentimental” con Rodríguez, aunque, aclaró, que la imputación es “provisoria” dado que cuenta con cuatro meses, como máximo, para completar la investigación.
“Con uno de los sospechosos (por Oses) mantenía una relación de amistad, compartían actividades de gimnasio. Con el otro, tenemos sospechas que podía tener una relación sentimental”, describió la instructora judicial.
A su vez, la fiscal pidió la prisión preventiva por 120 días para ambos imputados por considerar que existen riegos procesales de fuga y entorpecimiento de la investigación, y ella los quiere tener “resguardados” mientras colecta “más evidencias”.
Autopsia y peritaje
Respecto a la causa de muerte, Del Valle Durán explicó en conferencia de prensa que la autopsia practicada por la médica forense Patricia Gallardo no arrojó “un informe determinante”.
“A priori ha visto una insuficiencia cardiorrespiratoria”, detalló la fiscal, quien explicó que necesitarán de un examen patólogo “más minucioso”.
“Mi teoría, sumamente provisoria, es que Zoe murió por asfixia”, indicó Del Valle Durán y contó que la víctima “tenía varias lesiones en el cuerpo, pero ninguna de ellas ha causado la muerte”.
Por ello es que se realizaron hisopados y extrajeron tejidos de órganos para ser analizados en profundidad, al tiempo que aguardan el análisis de los celulares y geolocalización de los mismos.
En ese sentido, los peritos analizarán muestras de sangre para saber también si la adolescente ingirió bebidas alcohólicas o alguna sustancia estupefaciente.
Consultada si la víctima sufrió un ataque sexual, la fiscal señaló: “No encontró la forense lesiones compatibles con abuso, sí dice que pudo haber habido una relación sexual, pero no violencia sexual”.
Además, dijo que los acusados tenían “lesiones” que podrían ser signos de defensa de la víctima, aunque no descartó que sean producto de las actividades de boxeo, gimnasia y kick boxing que practican con frecuencia.
Según las fuentes, en la audiencia, los dos imputados se abstuvieron de declarar y sus respectivos defensores solicitaron una prórroga de ocho días para que permanezcan en sede policial antes de ser llevados a la prisión.
El juez subrogante de Garantías 4, Marcos Flores Leyes, concedió este pedido efectuado por los abogados Guillermo Levingston y Miguel Orozco, representantes de Oses; y de la defensora en lo Penal 2, Nadia Agúndez.
“Vencido el plazo de los ocho días, o si los defensores lo deciden interrumpir antes, se continuará con la audiencia de formulación de cargos y el magistrado deberá resolver la situación procesal de ambos acusados”, indicó el informe judicial.
El femicidio
Para la fiscalía, el crimen fue cometido entre las 10 y las 11.30 del martes pasado, en función de la data de muerte establecida en la autopsia.
Del Valle Durán contó que fue un profesor de gimnasia el que encontró a la adolescente muerta y llamó a la Policía y que este testigo declaró ante los efectivos que se dirigió al lugar convocado por Rodríguez, quien le dijo: “Vení a ver a Zoe que no sé qué le pasa”.
“Le preguntó qué habían hecho y él (por Rodríguez) no dijo nada”, comentó la fiscal.
Sobre Oses, Del Valle Durán indicó que no estaba adentro de la casa, sino en la puerta, y que los policías ya estaban en el interior con Rodríguez y fue este el que les dijo que aquel había estado con él.
La fiscal describió luego que mientras los policías, peritos y ella y su equipo trabajaban en la escena del crimen hubo manifestantes que arrojaron piedras y ladrillos contra la vivienda y que también amenazaban con atacar e incendiar la comisaría a la que llevaban a Oses.
“Pudimos constatar que Oses no había ido a trabajar esa mañana”, contó Del Valle Durán, quien precisó que el sospechoso “les había mentido” a su hermano y a su jefe al decirles que estaba en la ciudad de San Luis.
También aclaró que Oses fue liberado durante unas horas por un error en el procedimiento de detención inicial y para evitar una “nulidad”, pero que, a raíz de nuevas evidencias, requirió su captura nuevamente, la cual se produjo en la vía pública.
Por último, la fiscal añadió que, en el lugar del hecho, tras el levantamiento del cuerpo, se halló “una riñonera propiedad de Zoe con dos teléfonos, su billetera y su documento”.
Por su parte, el abogado de la familia de la víctima, Esteban Bustos, dijo en la misma conferencia de prensa que están “muy conformes con la investigación” y que acompañó los requerimientos de la fiscalía porque consideran que se “ajustan a derecho”.
Además, agregó que hay testigos que habrían manifestado que fueron a tocar a la puerta de la casa de uno de los imputados y que les dijeron que Zoe ya se había ido.
El femicidio de la adolescente aun genera conmoción en San Luis, donde el Obispado de la Iglesia Católica, a cargo de monseñor Gabriel Barba, manifestó en un comunicado de prensa su “tristeza y dolor por la muerte de la adolescente Zoe Pérez, quien fue asesinada en La Toma”, brindó su acompañamiento al pueblo de La Toma y a la familia de la víctima y sostuvo: “El dolor de ustedes es mi dolor”.
Zoe fue hallada asesinada el martes pasado en un departamento alquilado por el acusado Rodríguez en la calle Inti Huasi al 100, del barrio Barrancas, en La Toma, una localidad de 9 mil habitantes ubicada unos 85 kilómetros al norte de la capital de San Luis.
De acuerdo a la acusación, la noche del lunes Zoe se encontraba en el Club Pringles con Rodríguez y Oses, con quienes tomaba mate y miraba un partido de vóley hasta que a las 22.40 horas se retiran del lugar junto a una amiga, quien se ofrece a llevarlos a una plaza.
Una vez allí, Rodríguez los invitó a su casa y luego de insistirles varias veces, logró que Zoe y Oses fueran a su departamento sobre calle Inti Huasi, donde los tres se quedaron tomando bebidas y jugando juegos de videos toda la noche.