En febrero, alrededor de 70 personas fueron convocadas para una propuesta laboral en una planta que está ubicada en Fraga.
Mario renunció a su anterior trabajo seducido por las promesas de un trabajo en blanco, obra social, una oportunidad mejor para él y su familia, pero nada de eso pasó. La propuesta se desvaneció en falsas promesas y nunca llegó la oportunidad que todos esperaban.
Al día de hoy, la empresa tiene todos sus datos y algunos de los convocados son amenazados por la misma empresa.
Por miedo, ninguno quiso acudir a la Justicia. “Por eso estamos tratando de que se sepa esto y ver qué se puede hacer, si alguien nos da trabajo. Somos setenta familias esperando laburar”, indicó Edgardo en Radio La Bomba.
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