Funcionarios de distintas provincias de la Argentina advirtieron este martes por la suba de tarifas en el transporte de pasajeros, en su mayoría superiores a los $ 1.000, a partir del recorte de subsidios por parte del Gobierno nacional.
En la ciudad de San Luis, desde el 1º de febrero el boleto de transporte urbano cuesta $ 250 con subas mensuales de acuerdo a la inflación y los costos operativos, según el aumento aprobado por el Concejo Deliberante de la capital puntana el pasado 30 de enero. A ese ajuste se sumaría ahora el resultante de la quita de subsidios que aún no se ha concretado.
Por ejemplo, un boleto para viajar hacia Villa Mercedes, distante a 100 kilómetros de la capital provincial, ya cuesta desde $ 3.000 pesos hasta más de $ 6.000 de acuerdo el servicio que se elija.
Frente a la quita de los subsidios a las provincias el gobernador de San Luis, Claudio Poggi, aseguró que la provincia “no podría asumir el porcentaje de la quita de subsidios al transporte y que junto a otros mandatarios provinciales y secretarios de transportes buscaran una postura común” para enfrentarlo.
Por su parte el secretario de Transporte de esa provincia, Víctor Cianchino, solicitó “con carácter de urgente” una nueva audiencia con el secretario de Transporte de la Nación para abordar en detalle” la preocupante reducción de los subsidios nacionales y avanzar de manera inmediata en la implementación de la tarjeta SUBE en San Luis”.
En la provincia, explicó, los subsidios significan un 38% de los costos operativos, y en la actualidad, por cada $ 100 que ingresan a las empresas de colectivos, $ 45 los aporta el Estado provincial, $ 38 el Estado nacional y los $ 17 restantes provienen de la tarifa que paga el usuario, explicó.