En comunicación con DRA. MIKAELA EGUINOA
Mendoza, Argentina – 24 de julio de 2025 – La Suprema Corte de Justicia de Mendoza ha dictado sentencia definitiva en el prolongado conflicto familiar que ha enfrentado a los hermanos José y Cristina Zuccardi, figuras prominentes en la industria vitivinícola argentina. El fallo, emitido el 5 de agosto de 2024, ordena a José Zuccardi el pago de 12 millones de dólares a su hermana Cristina, más los intereses correspondientes desde la interposición de la demanda en 2018.
La resolución pone fin a una disputa legal que, si bien se formalizó en los tribunales hace siete años, tiene sus raíces en una decisión tomada por los padres de los hermanos en 1991. En aquel entonces, Emma Cartellone y Alberto Victorio Zuccardi realizaron un adelanto de herencia, distribuyendo en partes iguales a sus tres hijos –Cristina, Ema Inés y José– las acciones de dos empresas constructoras (Cimalco S.A y Cimalco Neuquén S.A). Sin embargo, la totalidad de La Agrícola S.A, Viñedos y Bodega Familia Zuccardi fue donada exclusivamente a José, el único varón.
“Este conflicto nació en 1992, en la mismísima mesa de mi casa, en la mesa familiar”, relata Cristina Zuccardi, de 75 años, en una entrevista exclusiva con Infobae. Ella califica la decisión de sus padres como “el gran error”, argumentando que fue un “despojo en contra de dos mujeres y a favor del varón”. Cristina asegura que en ese momento, la bodega ya era una parte crucial del patrimonio familiar, mientras que las empresas constructoras estaban “atrasadas y endeudadas”.
La sentencia, firmada por la jueza María Teresa Day y los magistrados Pedro Llorente y Omar Palermo, desmiente rumores sobre una posible quiebra de la bodega a raíz del pago. Cristina Zuccardi enfatiza que el reclamo no es a la empresa, sino a su hermano José, quien debe responder con su patrimonio personal. “Mi hermano fue el beneficiario en excedencia, y es él quien tiene que devolverme algo que siempre me perteneció”, afirmó.
Cristina explica que, aunque inicialmente solicitó la restitución de las acciones de La Agrícola, aceptó que el pago fuera en dinero en efectivo a pedido de José. Para ella, este fallo representa el cierre de una etapa “mucho más cruenta de lo que la gente imagina”, marcada por presiones, “hechos de violencia”, intentos de amedrentamiento y múltiples juicios iniciados por su hermano.
A pesar de la magnitud de la cifra y la atención mediática, Cristina no cree que el caso Zuccardi siente un precedente a nivel nacional que obligue a otras empresas familiares a revisar sus patrimonios. “Esta es una situación mía, un caso particular”, asegura. Ahora, espera que el fallo sea definitivo y que su hermano no recurra a la Corte Nacional, considerando que “los caminos ya están agotados” en un caso civil.
“Esto pasó por ambición y omnipotencia; ojalá mi hermano asuma con valentía los errores, y en vez de actuar con cobardía, enfrente este problema, lo resuelva, y no se lo deje a sus hijos”, concluyó Cristina, esperando que la resolución ponga fin a tres décadas de una “familia rota”.