La Fiscalía de Género N° 1 de la ciudad de San Luis acusó a un hombre por abuso sexual agravado y corrupción de menores y solicitó, como petición punitiva, la pena de 30 años de prisión. Este viernes, en la audiencia de control de acusación, la fiscal adjunta Antonella Romagnoli relató que las víctimas son hijas del imputado y que los abusos se cometieron cuando eran menores de edad y se sucedieron por más de cinco años.

Por esto, el ministerio público fiscal imputó al hombre de 61 años por:

Abuso sexual gravemente ultrajante (que se refiere a agresiones que, por su duración, repetición o las condiciones en que se produjeron, generan un profundo impacto físico o psicológico en la víctima). Este delito está agravado por el vínculo, cuando quien lo comete tiene una relación familiar con la víctima (en este caso el padre), y también por la convivencia preexistente, es decir, que compartían el mismo hogar. Se agregó como agravante el grave daño en la salud mental de la víctima.

Respecto de su otra hija, se le imputó el delito de corrupción de menores agravada, que se refiere a acciones que buscan alterar o degradar el desarrollo sexual de la víctima, abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo, la convivencia preexistente y por resultar un grave daño en la salud mental. Además, se incluye el delito de abuso sexual con acceso carnal, lo que implica que hubo penetración, y también se agrava por el vínculo familiar, la convivencia y las secuelas en la salud mental.

Luego de presentar formalmente la acusación, Romagnoli solicitó la elevación de la causa a juicio. También se presentó la prueba documental y testimonial. Los abogados defensores del imputado, Fabio Rodríguez y Oscar Sosa no presentaron objeciones y luego de escuchar a las partes, la jueza de Garantía N° 2, Agustina Dopazo Samper, dio por admitida las pruebas y ordenó la apertura a juicio.

La denuncia fue realizada por una de las damnificadas en 2022 ante la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de la Nación.