La primavera es sinónimo de días más largos, sol y florecimiento… pero también de alergias. La Dra. Stella Cuevas, especialista en alergias, explica por qué muchas personas sienten sus síntomas al máximo durante esta temporada y cómo los plátanos urbanos son uno de los principales responsables.
El polen que viaja con el viento
Los plátanos producen flores que liberan polen con pequeñas espículas que se dispersan fácilmente por el viento. Este polen puede entrar en los ojos, la nariz y la garganta, provocando síntomas intensos: estornudos repetidos, picazón, secreción nasal e incluso disfonía.
Las personas con predisposición genética a la alergia sienten estos efectos de manera más marcada, especialmente cuando se combinan con factores ambientales como días de viento fuerte y aumento de temperatura.
Factores que agravan los síntomas
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Cambios climáticos y aumento de temperatura, que potencian la liberación de polen.
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Viento fuerte, que facilita que el polen se disperse por el aire.
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Estrés y defensas bajas, que reducen la capacidad del organismo para manejar la exposición al polen.
Síntomas frecuentes de la alergia al polen de plátano
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Estornudos continuos (20 o más en pocos minutos).
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Congestión nasal y dificultad para respirar.
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Picazón y enrojecimiento de los ojos.
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Cansancio, mal humor, ansiedad y baja productividad.
Estos síntomas no solo afectan la salud física, sino también la calidad de vida, la atención y el rendimiento laboral o escolar.
Cómo prevenir y manejar la alergia
Aunque la alergia no se puede curar, es posible controlar y aliviar los síntomas:
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Tomar antihistamínicos según indicación médica.
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Usar corticoides nasales en casos agudos.
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Medidas preventivas: usar barbijo y anteojos, secar la ropa adentro y lavar el pelo al regresar de la calle.
Con estas medidas, las personas alérgicas pueden reducir los síntomas y disfrutar de la primavera de manera más cómoda.
Otros árboles que generan alergia
Aunque el plátano es uno de los más problemáticos en zonas urbanas, otros árboles como cedro, tilo y apacho también liberan polen que puede afectar a las personas alérgicas. La densidad de estos árboles en la ciudad y su proximidad a calles y parques aumenta la exposición al polen.
Conclusión de la Dra. Cuevas
“La alergia no se cura, pero se puede manejar y aliviar los síntomas. Quien sabe que es alérgico debe consultar al especialista con tiempo para no sufrir la temporada de polinización. Con prevención, se puede disfrutar la primavera sin estornudos ni congestión”.
La clave está en anticiparse a los síntomas, conocer los árboles que liberan polen y aplicar medidas preventivas para mantener la calidad de vida durante toda la temporada